viernes, 26 de agosto de 2011

Soledad

He leído en un blog un texto escrito por Efraín Bartolomé, poeta y psicoterapeuta mexicano, (http://munozoliveira.blogspot.com/2011/08/de-verdad-estamos-tan-solos.html por sí quieren checarlo) el cual relata un hecho sucedido a él y a su esposa, la arqueóloga Guadalupe Belmontes de Bartolomé, la madrugada del día 11 de Agosto del 2011.

En dicho texto Bartolomé narra el violento allanamiento que sufrieron, estando en su casa, por parte de presuntos uniformados de la PFP. En un resumen de los hechos, los Federales entraron por la fuerza a su morada ubicada en la calle Conkal en el D. F., a punta de sus armas de alto poder y los aprisionaron en el baño. Guadalupe, un momento antes de que entraran a su casa, logró comunicarse con la policía y pedir auxilio, al percatarse los Federales de esto le quitaron el teléfono, pero ella ya había efectuado la llamada y le habían dicho que enviarían una unidad (la cual nunca llegó). Los agentes de la PFP, con gritos e insultos, interrogaron a la pareja, ellos respondían con algo de temor e incertidumbre. A cada respuesta dada los Federales les pedían que esperaran mientras verificaban que la información fuera verídica; el desconcierto que esos momentos de espera generaban eran abrumadores pues lo único que podían escuchar era cómo los presuntos agentes abrían cajones movían muebles, rompían puertas y aventaban objetos. Después de una larga espera, escucharon vehículos arrancar e irse del lugar, Los Federales se habían ido.

Aún con temor, poco a poco, se fueron incorporando. Salieron del baño y se percataron de que ya no había nadie. Su casa era un caos: vidrios en el suelo, cosas revueltas, puertas rotas, su cámara fotográfica, la memoria de la computadora y un preciado reloj de Bartolomé no estaban, se los habían llevado.

Y todo esto generado por qué, ellos son sólo una pareja con gustos por la cultura, la escritura, la investigación. Ante una situación así debemos preguntarnos, quién ordena estos operativos, por qué el allanamiento a casas de personas inocentes. En el mismo texto Bartolomé se cuestiona: ¿Sabe Calderón que esto pasa en las casas de la ciudad? ¿Lo sabe Marcelo? ¿Son Genaro García Luna o Maricela Morales los que ordenan estos operativos?

La reflexión que genera leer estas líneas va encaminada a darse cuenta de la soledad que padece la sociedad civil en México. Somos los desprotegidos, los desamparados, los que mueren día a día. El estado sólo ha demostrado su incapacidad para generar lo mínimo que la gente exige: seguridad y tranquilidad.

En este país tristemente te atacan por todos lados, los que deben proteger, irrumpen y destrozan casas de gente inocente, violan derechos humanos, matan "por accidente" a quien nada debe.
Es por este motivo que nos quedamos en medio de la balacera siendo, para algunos, bajas necesarias para terminar con la delincuencia, son estas muertes las muertes que simbolizan el medio para llegar a la paz deberíamos sentirnos ¿orgullosos de eso?

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